No es raro que, inmersos como estamos en la rutina diaria y en nuestras respectivas labores, perdamos la perspectiva basic sobre las cosas relativamente positivas que tenemos en nuestras vidas. Es esencial pues que demos valor a estas cosas buenas, y darles la importancia que merecen.
Si cuando aparece este tipo de pensamiento las circunstancias lo permiten, es recomendable hacer actividades que fomenten la atención en elementos del entorno que sustituyan en nuestra mente este pensamiento por otra vivencia más agradable y gratificante.
Practica la reestructuración cognitiva: Sustituye los pensamientos negativos por pensamientos más realistas y equilibrados. Por ejemplo, en lugar de «todo me sale mal», puedes pensar «a veces las cosas no salen como espero, pero puedo aprender de mis errores».
Practica la conciencia plena (mindfulness): La conciencia plena te ayuda a estar presente en el momento precise, observando tus pensamientos sin juzgarlos. Esto te permite identificar los pensamientos negativos y abordarlos de manera objetiva.
Algunas personas piensan que nuestro cuerpo y nuestra mente son dos elementos claramente diferenciados y que realizan sus procesos de forma separada. Por tanto, asumen que los pensamientos se forman en la mente, y que el cuerpo no tiene nada que ver.
Con la a la autocompasión podemos calmar esa voz crítica para así dar luz y crear espacio para escuchar otra voz: tu voz interior compasiva. Este aspecto de ti mismo te ama y te acepta incondicionalmente. Esa voz que te acompaña y apoya.
Esta podría ser para ti un modo de librarte de la get more info ansiedad y, al mismo tiempo, hacer cosas que te gustan y te motivan.
Todas las personas los tienen y no puedes controlar lo que pasa por tu mente de forma inesperada. Sin embargo, si abordas y retas estos pensamientos, y practicas la atención consciente y otras estrategias de respuesta, podrás ver que son únicamente pensamientos y no verdades, por lo que puedes descartarlos para seguir adelante con tu día.
Los pensamientos negativos recurrentes se consolidan en nuestro cerebro y pueden llegar a ser muy molestos si no hacemos algo para deshacernos de ellos.
Como el niño depende completamente de sus padres para sobrevivir, el reconocimiento consciente de la injusticia, crueldad o incompetencia de los padres es simplemente demasiado devastador.
Una forma de evitar que los pensamientos negativos te dominen es establecerles límites a través de actividades que mantengan tu mente ocupada en cosas positivas.
Establece límites con la rumiación: La rumiación constante sobre pensamientos negativos puede aumentar su impacto. Establece un tiempo limitado para reflexionar sobre ellos y luego cambia tu enfoque hacia actividades positivas.
Lo importante es que con este ejercicio consigas cómo controlar la ansiedad y los malos pensamientos.
Sí, es posible, aunque puede ser un proceso que requiera de cierto esfuerzo. El primer paso para enfrentarte a los pensamientos negativos que provocan ansiedad es recordar lo anterior: